La inauguración de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en Madrid, empezó el pasado miércoles con el pase a los profesionales. Mariachis mexicanos, una marinera norteña peruana elegante, unos coloridos otavaleños ecuatorianos o la pegadiza música del vallenato colombiano, demostraron en España por qué el turismo en Latinoamérica debe crecer.

El erotismo del tango argentino y la belleza de los pascuences chilenos, ataviados con la indumentaria de esa lejana región del país, dejaron claro que las raíces indígenas, las mestizas y las mulatas continúan vivas en la cada vez menos desconocida Latinoamérica. Este año Bolivia entra con mayor ímpetu en la promoción de algunos lugares aún desconocidos.

Empresarios de diferentes partes del mundo que acudieron al Campo de las Naciones estos últimos días, degustaron la gastronomía y las bebidas típicas de estos países. Fotografiaron las danzas, admiraron la artesanía y se informaron de los paquetes turísticos que este año se han incrementado en la mayoría de los países allí presentes. Una incesante degustación de café colombiano, tacos y enchiladas en el stand de México, pisco sawer y cebiche en el de Perú o artesanía guatemalteca y paraguaya.